Actualizado el lunes, 14 marzo, 2022
El canto, la formación de la voz, también invitan a hablar de las particularidades del género. Gabriela Gómez ha trabajado su voz por once años. A punto de terminar su formación como cantante de ópera en la escuela de música y representación de Mannheim en Alemania, hoy nos habla de la voz.
Gaby nació en Talca, Chile. Se ha preparado por varios años en el mundo del canto. Hoy, desde el mundo profesional, nos cuenta de las posibilidades que hay de hablar de género como identidad personal en el mundo de la ópera.
1. ¿Nos podrías hablar de la particularidad del género en la voz y en la carrera como cantante? Es decir, si hay algo, desde tu experiencia, que biológica o socialmente determine de alguna forma la carrera de un cantante.
Lo que aprendí en la universidad, y he visto en mi experiencia es que hay, entre muchas cosas, principalmente dos que afectan la voz: la genética y el ambiente. Las características que le das a tu aparato fonador. Todos tenemos un cuerpo con características, pero el ambiente tiene una influencia aún más importante. La voz se educa de acuerdo a lo que uno escuchó en su vida, por eso tal vez si hubiera nacido en India mi voz sería diferente. Los alemanes hablan mucho más grave, pero cuando hablan en español suben el tono de la voz. Esto afecta de la misma manera a cantantes y a personas que no: todo influye, el tipo de música, el ambiente, el idioma.
2. Más allá de las características biológicas, ¿hay algo social que influya diferente en la carrera de hombres y mujer dentro de la música?
Creo que toda persona puede cantar si tiene deseo de hacerlo. Pero hay una particularidad: los niños tienen la laringe en la misma posición que las niñas, pero en el momento de la pubertad la laringe baja y las cuerdas se alargan, por eso la voz suena más grave. Ahí hay un cambio en la voz y hay que reeducar y es un proceso bastante intenso que tal vez no es tan radical en la transición de las mujeres. Al hombre se le da más fácil cantar a 1/8 más bajo de lo que cantaba antes de la pubertad.
3. Hace poco escribíamos aquí de la no binariedad como una tendencia que empieza a ser visible, ¿existe la no-binariedad en el canto? Recuerdo, por ejemplo, a la actriz que protagoniza la película chilena Una mujer fantástica y me causa curiosidad.
Lo que yo he visto, recuerdo, es que en los procesos de inscripción existe la posibilidad de marcar «hombre», «mujer» o «indefinido/no es importante». Eso es algo que yo creo sinceramente se hace por corrección política porque dentro del mundo de la ópera, el género en el que quiero desarrollar mi carrera, uno entra en un rol, un personaje, y todo depende de lo que uno va a interpretar. Pero hay algo interesante. Antiguamente, los castrati (hombres que sufrían un proceso para detener el desarrollo de la pubertad, y se detenía el movimiento de su laringe), cantaban agudo y ellos interpretaban los papeles de mujeres. Las mujeres estudiaban música, pero para cantar en su casa.
Ahora esos papeles a veces son cubiertos por mujeres. Yo soy una mezzosoprano, eso significa que tengo más fortaleza en la zona central de la voz (y no aguda como la soprano). Por eso las mezzosopranos muchas veces interpretamos ese tipo de personajes del hombre joven. Porque justamente podemos hacer esa voz del «hombre» que no ha tenido el cambio en la laringe. También hay un caso particular en los hombres. Existe una técnica que se llama falsete, las voces de Bee Gees son un ejemplo, esto lo hacen los contratenores con la técnica. Hay hombres que hablan y cantan naturalmente así. Esos hombres tienen esa voz. Los contratenores naturales [es decir, aquellos que no están usando particularmente la técnica de falsete] son parte de una discusión dentro del mundo del canto y algunas personas dicen que existen y otras que no. No sé mucho de eso, pero yo he conocido a varios y creo que es algo real.
Usualmente este tipo de hombres tienen problemas para entrar en el mundo de la ópera porque pueden representar papeles muy específicos por su voz. Hay que tener en cuenta que las óperas usualmente son antiguas y claro, los papeles son hombres/ mujeres. Hay muchas óperas modernas, pero las clásicas se representan con mayor frecuencia.
4. ¿Alguna diferencia con la experiencia en Alemania, en cuanto al género y al canto en relación a Chile?
Aquí hay más oportunidades en proyectos musicales. Hay más teatros en funcionamiento. Es decir, hay más teatros activos. En Italia hay muchos, por ejemplo, pero no significa que tengan temporada de ópera. En Alemania hay más opciones y esto significa que hay más oportunidades de desarrollarse y llegar a más personas. Aquí es más «normal» ser cantante de ópera, incluso la gente me pregunta qué tipo de voz tengo. Muchas personas preguntan porque saben un poco más de música y es más normal saber que la voz se educa. En Chile tal vez se piensa a veces que uno canta simplemente por talento y de hecho a veces me daba la impresión de que para las personas valía más el don que el proceso de trabajo en la voz. Escuché varias veces que decían: «pero ella ha estudiado mucho, no tenía esa voz desde el inicio».
5. ¿Alguna cosa para recomendar a las cantantes (del mundo lírico y del popular) que están por venir?
Si uno tiene el deseo de llevar el canto al mundo profesional, no se trata solo de talento, sino de mucho trabajo. Pero la confianza excesiva en el talento puede ser perjudicial. Gran parte de la carrera va a ser sobre trabajo sobre sí mismo e insistencia. No desesperarse es muy importante en la música. Los resultados no se van a ver enseguida, principalmente en la voz. En general te puede gustar cantar y cualquiera puede hacerlo con trabajo. La pregunta principal para alguien que se dedique a eso profesionalmente es si va a querer trabajar sobre el escenario. Arriba del escenario las cosas quedan al descubierto, especialmente para los cantantes que estamos personalmente más expuestos frente al público.