Genderqueer: lo no binario existe

Actualizado el martes, 16 agosto, 2022

Las personas que se identifican como genderqueer rompen esquemas en una sociedad binaria. El problema para aceptarlo está en el pensamiento binario.

La palabra genderqueer surgió en la década de los 90, pero no ha sido hasta hace diez años cuando se ha convertido en mediática. Actores, modelos y cantantes han confesado que se identifican como género no binario. Esto ha ayudado a despertar el interés mundial, pero también duras acusaciones por parte de algunas personas. Argumentan que es una moda inventada que desaparecerá con el tiempo. Esta manera binaria de pensar se basa en el pensamiento dualista. Hay que acudir a disciplinas como la filosofía o la psicología para encontrar la explicación.

¿Qué es genderqueer y de qué hablamos con «fluidez de género»?

Genderqueer es un anglicismo que en español se traduce como no binario. El National Center of Transgender Equality lo explica así:

Aquellas personas que no se sienten identificadas con el género masculino (hombre), ni femenino (mujer), utilizan diferentes términos para describirse. No binario es uno de los más comunes, pero se pueden usar entre otros: genderqueer, agender, bigender… Ninguno de estos términos significan exactamente lo mismo, pero todos hablan de una experiencia de género más allá de la categoría binaria de hombre o mujer.

Es necesario matizar que no todas las personas trans* se identifican como no binarias, ni todas las personas no binarias se identifican como trans. Esto dificulta más la comprensión, dentro y fuera de la comunidad, por parte de las personas que se identifican como binarias.

*el término trans puede usarse para referirse a las personas transexuales o transgénero. Se ha omitido la especificación para evitar caer en la transfobia.

Aceptando lo genderqueer

¿Cómo aceptar lo que no se comprende? ¿Cómo explica una persona genderqueer por qué se siente así? Asumiendo que sucede lo mismo con la orientación sexual. Una persona no puede explicar por qué siente atracción hacia el sexo contrario, hacia su mismo sexo, o hacia ambos. Sin embargo, mediante la concienciación se está consiguiendo fomentar la tolerancia y el respeto hacia las orientaciones sexuales. Que algo no se comprenda no quiere decir que no exista.


El origen del dualismo hombre-mujer

El dualismo ya estaba presente en Oriente desde el Antiguo Egipto: la Corona Blanca y la Corona Roja, el Alto y el Bajo Egipto… En Occidente hay que remontarse a René Descartes, que postuló que el cuerpo y la mente son dos realidades contrapuestas, pero a la vez relacionadas. Como padre de la filosofía moderna, este dualismo empezó a aplicarse a otras categorías como bien-mal u hombre-mujer. ¿Era en realidad un dualismo tan estricto?

María Teresa Aguilar, en su artículo Descartes y el cuerpo-máquina, argumenta que solo leyendo su obra en profundidad se descubre que no. Para él, la mente y el cuerpo estarían conectados por la glándula pineal, «que es un órgano corporal único, no binario […] precisamente porque es una parte anatómica no dual». Como expone, esta dualidad radical proviene de la tradición cartesiana posterior, no de su obra.

Por lo tanto, en el pensamiento que hemos heredado se ha perdido esa tercera “opción”. Aplicado a la identidad de género, no se podría negar que haya personas que se identifiquen como genderqueer. Ampararse en que una persona solo se puede identificar como hombre o como mujer, sería también afirmar que o solo somos o mente, o solo somos cuerpo.

Este pensamiento ayuda a las personas a simplificar la realidad a nivel cognitivo. Alto-bajo, hombre-mujer, delgado- gordo…

El pensamiento dualista y lo binario

Partiendo del dualismo de Descartes, la psicología ha estudiado lo que se denomina pensamiento dualista. Este pensamiento ayuda a las personas a simplificar la realidad a nivel cognitivo. Alto-bajo, hombre-mujer, delgado- gordo… Las categorías dicotómicas integran el pensamiento dualista. Desde
pequeños las utilizamos para poder comprender mejor el mundo. Para el niño es difícil entender que puede haber otras categorías aparte de alto y bajo.

Siguiendo con el ejemplo, el adulto comprende que una persona puede ser de estatura media (ni alto ni bajo). Aun así, integra la información en función de este pensamiento porque supone un menor desgaste cognitivo. Si le preguntan qué estatura tiene una persona, responderá automáticamente con una de las dos categorías.

Con el género sucede lo mismo. El adulto utilizará los referentes visuales (vestimenta, corte de pelo) o auditivos (voz) para incluir a la persona en la categoría de hombre o mujer. Solo preguntando podrá saber si esa persona se identifica como genderqueer y qué pronombres prefiere. Por desgracia, esto todavía no está normalizado en la sociedad. Podría derivar también en un debate sobre el grado de confianza necesario para preguntar sin incomodar.

Luchando por la igualdad de derechos

La Dra. Eleonora Lamm en el artículo Identidad de género. Sobre la incoherencia legal de exigir el sexo como categoría jurídica (2018), reivindicaba la necesidad de suprimir el sexo como categoría jurídica, así como la importancia de que la Organización Mundial de la Salud rectificase.

Lo cierto es que la CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) de la OMS aún considera la identidad de género como un trastorno sexual. Esto ha llevado a que el activismo trans, el Comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo “apele a la OMS para eliminar los Trastornos de Identidad de Género del listado de Trastornos Mentales y del Comportamiento para asegurar una reclasificación no patologizadora en las negociaciones para la onceava versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).

Afortunadamente, gracias a la unión de las organizaciones se consiguió que las identidades de género desapareciesen del CIE-11 como trastornos mentales. Aún así, todavía queda mucho por hacer. Por eso no resulta extraño que el National Center for Transgender Equality viera necesario crear unas pautas.

  • No tienes que entender lo que significa que alguien no sea binario para respetarlo.
  • Usa el nombre que la persona te pida.
  • Trata de no hacer suposiciones sobre el género de las personas.
  • Si no estás seguro de qué pronombres usa alguien, pregúntale.
  • Aboga por políticas de tolerancia a las personas no binarias en todos los ámbitos (educativo, laboral, espacios públicos…).
  • Apoya que puedan usar los aseos sin que se sientan inseguros. Otras personas pueden acosarlos verbalmente o incluso atacarlos físicamente.
  • Habla con personas no binarias para aprender más sobre quiénes son.