Actualizado el jueves, 1 septiembre, 2022
Qué es el suelo pélvico y por qué resulta definitivo en la vida de hombres y mujeres.
El suelo pélvico es un sistema interconectado de músculo, tejido conectivo y tejido nervioso que, en hombres y mujeres, da habilidad de evacuar y control sobre la evacuación. La anatomía pélvica incluye huesos, músculos, ligamentos y órganos.
El sistema es complejo y detallado y estudiarlo científicamente requiere un alto grado de precisión. Pero puede entenderse en términos generales, a través de analogías: la analogía de un puente colgante para explicar la estructura, y la del trampolín para ejemplificar la función y la elasticidad. En las mujeres la forma se logra porque la vagina y la vejiga están suspendidas de la pelvis ósea por ligamentos y la fascia endopélvica (una matriz de elastina, colágeno y fibras musculares). La dimensión estructural se desarrolla cuando estos son estirados por fuerzas musculares.
La función y la forma dependen de la suma de todo el sistema: «los órganos de la pelvis son la vejiga, la vagina y el recto. Ninguno de estos tiene forma o fuerza inherentes» (The Female Pelvic Floor, 15). La estructura y la forma del suelo pélvico surgen de la interacción de músculos, nervios y ligamentos que actúan sobre los órganos pélvicos.
Suelo pélvico en mujeres
Los músculos del suelo pélvico en hombres dan soporte a la vejiga y el intestino. En las mujeres además dan soporte al útero y la vagina también está conectada con el sistema. Además el sistema está preparado para transformarse para el embarazo y el parto, e inevitablemente se modifica con el envejecimiento y los cambios hormonales.
El parto es considerado una de las principales causas de prolapso uterovaginal, disfunción de la vejiga y del intestino. La edad y los defectos congénitos del colágeno también son factores causales.
The Female Pelvic Floor, 38.
En el embarazo y en el parto
El tejido conectivo de los organos urogenitales en general es sensible y cambia con la edad y con la actividad hormonal. Tiene, principalmente, cólageno, que provee estructura rígida, y biomoleculas de glicosaminoglicanos, que proveen la elasticidad y la reserva de energía (tal vez sea útil de nuevo traer a la mente un trampolín). En el embarazo hay alteraciones hormonales dirigidas a modificar la fuerza de la estructura del canal del parto, para permitir el nacimiento.
Durante el embarazo empieza la transformación que revelan los testimonios de las embarazadas. Describen síntomas como inestabilidad en la vejiga, activación del reflejo de micción que se manifiesta en frequencia, urgencia y nocturia (necesidad de levantarse en medio de la noche para orinar). Pero los síntomas suelen desaparecer, según la literatura médica, después de la remoción de la placenta y la recuperación natural del tejido conectivo de la zona.
Con la edad, de todas maneras, la fortaleza de los tejidos urogenitales y la fuerza de la contracción del músculo disminuye aproximadamente un 60%. Por un lado, el parto estira el tejido conectivo. Por otro, el envejecimiento provoca atrofia. Aunque el proceso de dismiución del colágeno empieza desde mediados de los veinte años.
Disfunciones: problemas comunes
La incontinencia urinaria, una sola de las afecciones posibles del suelo pélvico, es un problema global que afecta principalmente a la población mayor y a las mujeres. En Estados Unidos 50% son mayores según el departamento de salud pública de Illinois (IDPH) y alrededor de 85% son mujeres de las afectadas son mujeres.
La alteración de la estructura o de la interacción entre los diferentes elementos produce cambios en el funcionamiento del suelo pélvico y con ello en el sistema mecánico de evacuación. Ocurren tanto en hombres como en mujeres. La incontinencia urinaria es un problema común y más o menos conocido entre la población, pero hay muchos otros (disfunción anal: incontinencia fecal o constipación, dolor pélvico). En todos los casos lo más importante, si se observa todo como un sistema que depende de la suma de sus partes, es identificar en qué zona está la disfunción.
Ejercicios para el suelo pélvico
La debilidad en los músculos del suelo pélvico es solo una de las numerosas causas de la incontinencia, por ejemplo. Por ello es definitivo encontrar la causa del problema (la localización concreta de la disfunción en el sistema). Si se trata de debilidad en los músculos del suelo pélvico, se debe identificar concretamente cuáles para adoptar un programa de ejercicios adecuado.
Los ejercicios prometen ayudar en la recuperación del parto en el caso de las mujeres y de la operación de próstata en el caso de los hombres, y muchas cosas más como mayor control sobre la vejiga y el intestino, e incremento de la sensación en la actividad sexual.